Reservas ecológicas que protegen la biodiversidad, potencian la investigación y devuelven la naturaleza a los ciudadanos
La Ciudad de Buenos Aires ha desarrollado tres reservas ecológicas: Costanera Sur, Lago de Lugano y Costanera Norte-Ciudad Universitaria – para proteger la naturaleza y mejorar la resiliencia climática de la ciudad. Las reservas, que cubren un total de 409 hectáreas, ayudan a mitigar la contaminación acústica y visual, regulan el clima de la ciudad y absorben el agua de lluvia, proporcionando entornos ideales para la investigación científica, la educación ambiental, el turismo sostenible y los espacios verdes que los residentes utilizan para el ocio y la recreación.
Reserva Ecológica Costanera Sur
Costanera Sur fue el primer sitio en Buenos Aires en ser designado área protegida; Gracias a más de 36 años de conservación y restauración, el sitio ahora cubre 350 hectáreas y es el espacio con mayor biodiversidad de la ciudad.
La rica biodiversidad del área se ejemplifica con la presencia de la mariposa bandera argentina, que anteriormente se creía extinta y que fue descubierta en la reserva en 2016. En vista de esto, la ciudad está apoyando los esfuerzos para aumentar la población de esta rara especie. La reserva bordea el Río de la Plata y cuenta con cuatro lagunas interiores, así como una variedad de senderos para caminatas de uso público.
Hasta la década de 1970, este espacio funcionó como balneario municipal, pero estaba destinado a ser remodelado para servir como centro administrativo de la Ciudad de Buenos Aires. Para acomodar el proyecto, los desarrolladores comenzaron a arrojar escombros en el sitio para aumentar la tierra y hacer retroceder el río, pero finalmente fue abandonado.
Con el tiempo, la naturaleza comenzó a reclamar el espacio. Luego de una serie de inundaciones en el sitio, se formaron diversos ambientes naturales; Los grupos ambientalistas locales lo reconocieron en 1985 y comenzaron a realizar actividades educativas en Costanera Sur. Luego, el 5 de junio de 1986, el espacio fue declarado oficialmente reserva ecológica.
El área ha seguido floreciendo, brindando beneficios ambientales y comunitarios para los residentes de la ciudad: fauna, flora y humanos por igual. En 2005, la Convención Ramsar reconoció a la reserva Costanera Sur como un 'Sitio Ramsar', una importante designación internacional, mientras que BirdLife International y Aves Argentinas reconocieron formalmente el espacio como un 'Área Importante para la Conservación de las Aves' en 2005.
Reserva Ecológica del Lago de Lugano
Ubicada en la margen sur del arroyo Cildañez, sobre un antiguo meandro del Riachuelo, la reserva natural del Lago de Lugano posee un rico paisaje cubierto de árboles exóticos y autóctonos. El espacio tiene una extensión de 36 hectáreas y cuenta con áreas dedicadas a la restauración de especies propias del Delta del Paraná e islas de la Ecorregión Espinal Argentina.
Desde 2013, el control de la vegetación y el desarrollo de infraestructura han estado activos en el espacio para conservar el entorno natural y la flora nativa. Fue reconocida oficialmente como área protegida por la Ciudad de Buenos Aires en 2018.
Con el apoyo de la ciudad, el lago de Lugano sustenta una flora y fauna diversa que incluye más de 20 especies de mariposas, 118 especies de aves y más de 120 tipos de plantas.
Una especie a destacar es la Orquídea del Talar, que crece a orillas del lago y del arroyo Cildañez y se ha convertido en un elemento icónico de la reserva. Esta especie de orquídea alguna vez se consideró extinta, pero fue identificada en el área durante un estudio de la vegetación local en 2015.
Reserva Ecológica Costanera Norte-Ciudad Universitaria
La reserva ecológica Costanera Norte-Ciudad Universitaria consta de un área de conservación de 14 hectáreas y un parque urbano para residentes y visitantes de 9 hectáreas.
Costanera Norte se ubica en un área cubierta originalmente por el Río de la Plata. En la década de 1960, se llevaron a cabo obras de urbanización para rellenar el terreno con los sedimentos del río, lo que permitió la reconstitución del espacio.
Posteriormente, en la década de 1970, se construyó un islote paralelo a la costa para unir el espacio con el continente por el sur, asentándose a la altura del Pabellón 2 de la Ciudad Universitaria.
Durante la década de 1990, los paisajes naturales comenzaron a formarse rápidamente a lo largo de la nueva franja costera. El espacio ahora comprende pastizales, bosques y humedales que contienen predominantemente especies exóticas de flora, aunque el humedal presenta una abundancia de especies nativas.
Inés Gorbea, Secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de Buenos Aires, es responsable del cuidado, administración y desarrollo de estos espacios de conservación. Ella dijo: “La gestión de estas áreas protegidas es una parte importante de nuestro trabajo. No solo por su importancia ambiental, sino porque también nos brindan un espacio para relevar la biodiversidad de nuestra ciudad y ofrecen espacios para el aprendizaje y la conservación de las especies”.
Los espacios atraen alrededor de 1 millón de visitantes cada año, lo que los convierte en una fuente importante de ecoturismo que ayuda a respaldar los empleos, las empresas y la economía locales. También contribuyen a la resiliencia de las comunidades cercanas y brindan acceso a la naturaleza, mejorando la calidad de vida de todos los bonaerenses.
Este artículo se produjo originalmente como una característica de "Espacios en la ciudad" para el C40 Cumbre Mundial de Alcaldes 2022 organizada por la Ciudad de Buenos Aires.