Lea la carta de alcaldes, gobernadores y líderes subnacionales.

Estimados Jefes de Estado de las Naciones Unidas:

Al reunirse para la Asamblea General y la Cumbre del Futuro, nosotros, como líderes de Estados y Ciudades, los instamos a que sus países abandonen los combustibles fósiles.

No nos equivoquemos: la crisis climática es una crisis de combustibles fósiles. 

El uso de combustibles fósiles pone en peligro el único planeta que llamamos hogar y nuestra dependencia colectiva de ellos contamina el aire que respiramos, contamina el agua que bebemos y amenaza la salud y los medios de vida de comunidades desde Lagos hasta Los Ángeles. 

Es profundamente injusto que los arquitectos del caos climático sigan enriqueciéndose a expensas de los pobres, que son los menos responsables pero sufren el peso de los impactos climáticos. 

La crisis climática ya está aquí. Si no se controla, nos condenará a condiciones climáticas cada vez más extremas, economías en ruinas y sufrimiento humano en una escala nunca vista.

Lo que está en juego no podría ser mayor para proteger a las comunidades a las que servimos y representamos. El rayo de esperanza al que debemos aferrarnos es que ya tenemos las soluciones a nuestro alcance y la ventana para actuar, aunque cada vez es más pequeña, sigue abierta.  

No podemos esperar a que aparezcan tecnologías subdesarrolladas y no probadas que prometen el mundo pero que aún no son viables. No hay tiempo.

En este momento, las ciudades y los estados pueden marcar una diferencia decisiva en esta década decisiva, y lo están haciendo, al adoptar medidas justas y eficaces en materia de clima. Las ciudades y los estados son responsables de la mayor parte del consumo energético mundial y están utilizando sus poderes para reducir la demanda de combustibles fósiles y potenciar la producción de energía limpia y renovable.

Los alcaldes y gobernadores están haciendo grandes avances para mejorar la eficiencia energética de los edificios (desde viviendas hasta oficinas y escuelas), electrificando flotas de autobuses, ampliando la energía renovable, estableciendo servicios de energía limpia y creando buenos empleos verdes para construir comunidades más limpias y seguras. 

Con nuestras acciones enviamos señales claras a los mercados de que los combustibles fósiles no son bienvenidos. Estamos capacitando a los trabajadores para los empleos verdes del futuro y al mismo tiempo protegiendo a los consumidores del aumento de los costos de la energía. Y estamos utilizando la ley para exigir a las empresas de combustibles fósiles que rindan cuentas por el daño que han causado.

Estamos trabajando para lograr una visión de estados, regiones y ciudades donde una transición justa hacia el abandono de los combustibles fósiles nos haya traído facturas energéticas más bajas, empleos seguros, sostenibles y satisfactorios, donde se priorice la salud humana y ambiental y nadie quede atrás.

Este año, mientras las elecciones en todo el mundo amenazan con reducir la acción climática, nos unimos al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su llamado a reducir rápidamente el consumo de combustibles fósiles.

Para abrirnos paso a ese futuro, debemos desterrar los combustibles fósiles al pasado y limitar su influencia indebida en el presente. No podemos dejarnos engañar por las trampas de quienes quieren que caminemos dormidos hacia nuestra propia extinción.

En un momento en el que necesitamos una acción más rápida y justa, las naciones del G20 siguen invirtiendo miles de millones de dólares en subsidios a los combustibles fósiles. Es hora de dejar de apoyar a estas industrias contaminantes y utilizar esos fondos para intensificar la acción climática local y equitativa. Esta es la forma más eficaz de reducir las emisiones y creará un tercio más de empleos que si continuamos con las actividades habituales. 

Ningún actor puede llevar a cabo esta transición en la escala y al ritmo necesarios. Es hora de trabajar juntos para aprovechar el poder de las ciudades y los estados para impulsar el desarrollo económico, crear comunidades más saludables y salvaguardar nuestro futuro común. 

La acción climática urgente es posible y deseable: el 80% de la población mundial la apoya. Es hora de escucharlos. Es hora de acelerar el ritmo. Es hora de dejar atrás los combustibles fósiles.

Suyo en unidad,

Yvonne Aki Sawyerr, Alcalde de Freetown y C40 Co-Presidenta
Benoit Charette, Ministro de Medio Ambiente, Lucha contra el Cambio Climático, Vida Silvestre y Parques, Québec
LaToya Cantrell, Alcalde de Nueva Orleans
jaume colboni, Alcalde de Barcelona
Príncipe Bassey Edet Otu, Gobernador del estado de Cross River
Anne Hidalgo, Alcalde de París y C40 Vicepresidenta
mauricio kuri gonzalez, Gobernador de Querétaro
Valerie Plante, Alcalde de Montreal y C40 Vicepresidenta
Sheila María Peters, Miembro del Consejo Ejecutivo de Medio Ambiente, Gauteng
jose sala, Alcalde de Milán y C40 Vicepresidenta
Kim Tae HeumGobernador de Chungcheongnam-do y copresidente de la Coalición Under2 para Asia y el Pacífico
Caminante Thekla, Ministro de Medio Ambiente, Clima y Energía de Baden-Württemberg
michelle wu, Alcalde de Boston
Dr. Eckart Würzner, alcalde de Heidelberg

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