Las ciudades ya están experimentando una nueva realidad climática. C40El trabajo de adaptación de ayuda a las ciudades a tomar medidas para proteger a los residentes y la infraestructura de los riesgos climáticos inmediatos y futuros, así como a desarrollar soluciones e implementar acciones hacia la resiliencia transformadora de toda la ciudad ante los impactos del cambio climático.
Respirar aire limpio es un derecho humano, pero el 99% de la población mundial vive en áreas que superan los límites de contaminación seguros. Respirar aire contaminado conduce a muertes prematuras y enfermedades, lo que afecta de manera desproporcionada a las comunidades marginadas y vulnerables.
Las ciudades están tomando medidas urgentes sobre la contaminación del aire para abordar el cambio climático, mejorar la calidad del aire y crear ciudades más verdes, saludables y resistentes.
Los edificios son responsables de más emisiones de las que piensas: un 60 % de media y hasta un 80 % en algunas ciudades. Esto significa que la transición de los combustibles fósiles a soluciones de energía renovable y edificios ecológicos debe ser una parte esencial de toda acción climática.
Las ciudades tienen un fuerte control sobre muchos aspectos de los sistemas alimentarios urbanos. Nuestro trabajo en esta área ayuda a las ciudades a implementar soluciones que facilitan que las personas coman más opciones basadas en plantas y desperdicien menos alimentos. Si lo hace, ayudará a reducir las emisiones, mejorar la salud y la equidad, y mejorar la resiliencia climática en todo el mundo.
Las ciudades con las estrategias de transporte más exitosas priorizan las calles amigables para las personas sobre el espacio para automóviles. Las ciudades tienen la capacidad de construir un futuro en el que la mayoría de las personas viajen a pie, en bicicleta o en transporte compartido, y asegurarse de que el resto de los viajes en vehículos se realicen con vehículos de cero emisiones.
El transporte marítimo es un sector fundamental de la economía mundial, pero la dependencia de la industria de los combustibles fósiles genera miles de millones de toneladas de emisiones de CO2 cada año. Los barcos emiten gases de efecto invernadero y óxidos de azufre y nitroso, lo que contribuye a la contaminación del aire, el agua y el ruido.
Las medidas de planificación urbana son fundamentales para que las ciudades puedan cumplir con sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y reducir su vulnerabilidad a los peligros climáticos. C40El trabajo de planificación urbana de apoya a las ciudades para que desarrollen, implementen y compartan estrategias y regulaciones de planificación que establezcan un marco para un crecimiento urbano sostenible y equitativo.
En todo el mundo, las prácticas sostenibles de gestión de residuos urbanos pueden mejorar la salud pública y las oportunidades económicas, promover la equidad y crear una infraestructura resiliente. Cuando se aborda de manera holística, la gestión sostenible de residuos y materiales puede ayudar a las ciudades a reducir entre un 15 y un 20 % de sus emisiones mediante la reducción, la evitación, el reciclaje, el tratamiento y la compensación.