Las tres ciudades denuncian que la normativa supone una “licencia para contaminar”

 

La demanda tiene como objetivo anular el reglamento que se aprobó tras el escándalo Dieselgate y que permite a los vehículos diésel exceder los límites de emisiones de NOx en pruebas en carretera

 

Los objetivos de estos alcaldes europeos son limpiar el aire de las ciudades, proteger la salud pública y respetar el Acuerdo de París

 

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronunciará sobre la admisibilidad del caso el 17 de mayo

 

 

(15 de mayo de 2018) — El Tribunal de Justicia de la Unión Europea atenderá esta semana las alegaciones de París, Bruselas y Madrid para determinar si estas tres ciudades europeas pueden impugnar el reglamento sobre las emisiones procedentes de vehículos adoptado por la Comisión Europea y aceptado por los gobiernos nacionales. Estas ciudades se proponen presentar una acción conjunta ante el Tribunal General de la Unión Europea para que anule el reglamento n.° 2016/646 de la Comisión Europea.

 

El reglamento n.° 2016/646, que se aprobó poco después de que estallara el escándalo “Dieselgate”, especifica el valor límite de emisiones de NOx que pueden emitir los vehículos con motor diésel en las pruebas de emisiones en condiciones reales de conducción. En lugar de hacer cumplir el límite de NOx de 80 mg/km que acordó el Parlamento Europeo en 2007, la Comisión Europea, sometida a una intensa presión por parte de los fabricantes de automóvil, les ofreció tiempo para que se adaptaran de forma gradual a las nuevas normas relativas a las emisiones en condiciones reales

 

Así, se permitirá exceder el límite de 80 mg/km en un 110% a los modelos nuevos a partir de septiembre de 2017 y a los vehículos nuevos a partir de septiembre de 2019. El límite de 80 mg/km se podrá seguir excediendo en un 50% a partir de enero de 2020 en el caso de los modelos nuevos y a partir de enero de 2021 en el caso de los vehículos nuevos.

 

Los abogados que representan a París, Bruselas y Madrid argumentarán que estos límites son lo que la alcaldesa parisina Anne Hidalgo denomina “licencia para contaminar”, así como un paso atrás en la legislación medioambiental europea que se había diseñado para proteger la salud pública y mejorar la calidad del aire. Con el tiempo, este reglamento se considerará una “traición al Acuerdo de París” por no haber logrado la transición hacia vehículos más limpios; un cambio necesario para frenar el cambio climático.

 

Si esta acción conjunta tiene éxito, se volverá a implantar el reglamento de 2007 que estipulaba un límite de emisiones de NOx de 80mg/km, pero ahora se basará en una prueba en carretera nueva.

 

La vista tendrá lugar el 17 de mayo de 2018 y será la primera vez que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea reciba a ciudades como “interesados”, lo que refleja el aumento de autoridad de los centros urbanos en lo que respecta a la defensa de la salud pública y de la acción climática.

 

En marzo de 2016, cuando la Comisión Europea debatía este reglamento, alcaldes y alcaldesas de catorce ciudades de la Unión Europea instaron a sus gobiernos a “dar prioridad la salud de los ciudadanos por encima de la de los lobbies”. Además, una petición pública logró más de 130 000 firmas. Las ciudades eran Ámsterdam, Atenas, Barcelona, Bruselas, Bucarest, Budapest, Copenhague, La Valeta, Lisboa, Madrid, Milán, Nicosia, Oslo, París, Riga, Róterdam, Sofía, Estocolmo, Varsovia y Viena.

 

 

“La acción conjunta de los alcaldes de París, Bruselas y  Madrid revela el protagonismo de las ciudades como principales conocedoras de los problemas de la ciudadanía y, por tanto, las principales defensoras de sus causas,” Cita de Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid. “Las ciudades  tienen que ser un reducto de conciencia.  Nos jugamos mucho. Por eso es tan necesaria la coherencia y la valentía. Hablamos de la salud y del futuro no solo de las grandes urbes, sino del planeta. Confío en que esta iniciativa sea la primera de una larga lista de acciones de los gobierno locales, unidos para conseguir un mundo más sostenible”.

 

 

“Los ciudadanos de París y de las ciudades de todo el mundo exigen aire limpio para respirar, dijo Anne Hidalgo, alcaldesa de París y presidenta de C40. “Sería una traición a la gente de Europa que los fabricantes de automóviles y los lobbies industriales puedan dictar las reglas que regulan algunos de sus productos más contaminantes. Continuaremos desarrollando medidas en París para garantizar que nuestros ciudadanos puedan respirar aire puro, y mis compañeros alcaldes, de las ciudades de C40 harán lo mismo. Necesitamos que la Unión Europea nos apoye, no brinde protección reglamentaria a la contaminación del aire. Me enorgullece estar al lado de los alcaldes de Madrid y Bruselas en nombre de millones de personas en las grandes ciudades de Europa, para decir que nuestras voces no pueden ser silenciadas por más tiempo.”

 

 

– FIN –

Contacto: Josh Harris; jefe de prensa; C40 Cities:  Jharris@c40.org ; +44 7739021000

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